Rogers Knobel es un amante de los aviones a escala. Pero no de los típicos de madera de balsa. Este suizo tiene nada menos que un modelo del clásico SR-71 Blackbird, el avión espía construido a mediados de los 60 y que se caracterizaba por su impresionante velocidad.
El modelo de Knobel es tan acabado que tiene potentes turbinas que le permiten volar como si fuera un avión de tamaño natural.