Minuto 117 del partido, el duelo entre Ludogorets y el Steaua Bucarestestá empatado y parece que los penales están a la vuelta de la esquina. Entonces, el portero del equipo búlgaro resulta expulsado. No hay cambios disponibles. Ha llegado el momento de un jugador de campo para convertirse en héroe.
Y así fue. Con el dorsal 27, Cosmin Moti tuvo que cambiar su casaca y colocarse los guantes para colocarse bajo los tres palos. El Ludogoretses un equipo tan modesto que no tenían un remplazo para el uniforme del guardameta, por lo que tuvo que utilizar uno prestado Moti.
Pero lo mejor llegó cuando comenzó la tanda de penales, porque los búlgaros estaban abajo en el marcador. Entonces, cuando era el turno de los de Bucarest para cobrar, Cosmin voló. Nadie imaginaba que el defensa que estaba como portero lograría hacer una atajada crucial.
Mucho menos esperaban que en la ronda a muerte súbita, fuera precisamente él quien definiera la serie en favor de su equipo, logrando la segunda gran parada de la tanda. Las noches mágicas de la Champions League hoy han convertido a un arquero improvisadoen el héroe de un equipo. De una afición. De un país.